AQUÍ Y AHORA. INTERRUMPEN
Convencidos de la capacidad poética y política que tiene hoy el trabajo con el cuerpo en las aulas, queremos dar visibilidad a los proyectos realizados en el taller de video-acción "Aquí y ahora" y mostrar las obras creadas por los alumnos y alumnas a lo largo de todo el curso. Por ello hemos invitado a profesores con los que trabajamos desde hace años en proyectos educativos, para que realicen un comisariado temático de los proyectos.
Este curso 2014-2015 lo han realizado Juanjo Vergara y María José Ollero.
Interrumpen por María José Ollero
Ser o fingir, esta podría ser la cuestión.
Tenemos delante una cámara que nos cuestiona y nos cuesta no fingir ante ella, no entendemos muy bien qué actitud nos pide que mostremos, como si esta fuese un ente animado. Nos quedamos extrañados ante el dispositivo y buscamos dentro del repertorio de respuestas más o menos acomodadas, actitudes y poses almacenadas en nuestro imaginario. ¿Qué papel debemos desempeñar? ¿Qué se espera de nosotros? Así, con cierto temor a ser grabados, van aflorando las preguntas que acompañan a la etapa adolescente. “Performamos” estas preguntas recurriendo a modelos que constantemente nos proponen los medios, las redes sociales, nuestro universo audiovisual, imbricando también a la micropolítica con sus rupturas y cortes en nuestras construcciones vitales. Llegan al IES los educadores, “los del museo de Móstoles” para hacer el taller y les piden a los chicos – “¡Seamos!”. Respiran aliviados al saber que disponen de un campo abierto para ser con cuerpo (y alma), espacio y tiempo, transgrediendo el lugar disciplinario y reglado. ¡Qué gusto da ser! Ahora la pregunta está de su lado ¿Qué quiero mostrar? ¿Desde qué posición? ¿Con cuánta intensidad? Y entonces, cómo no, surgen los obstáculos a lo establecido, la rebeldía, los desajustes.
Un grupo de chicos y chicas entra en una clase interrumpiéndola. En la pizarra digital se muestra la imagen de la escultura del ángel sonriente de la catedral de Reims. De repente empiezan a comportarse y a chillar como monos. Irrumpe lo salvaje, comienza un tira y afloja de negociaciones con la cultura. ¿Cuánto se reprime o se finge en el aula? Esta acción ¿impide la clase o la completa? ¿Hasta dónde muestra lo adecuado?
Cuando en otra de las acciones ocupan unas escaleras, obstaculizan un recorrido poniendo trabas a un tránsito. Otra subversión, pero esta vez su manera de transgredir el espacio nos indica un desorden ordenado, ¿nos proponen alternativas para ser y estar en los lugares de la educación?De nuevo volvemos a las poses, a las maneras estudiadas de comportamientos, los alumnos adoptando posturas casi imposibles de mantener. Exigencias marcadas hasta en sus corporalidades. Ejercitando mente y cuerpo a la vez en una interrupción constante y sin fin, en una inercia banal, impidiendo un desarrollo tranquilo de las tareas.
En la última acción, transgreden un espacio, todos entran al baño de chicos, atraviesan un prohibido. No es una decisión fácil en un espacio normativo y formal, aunque al ser consensuada, se disipan los miedos. Al final muestran un sentido grupal de apoyo mutuo e independencia conquistada. Los jóvenes interrumpen nuestras concepciones, cortan nuestras líneas marcadas, nos actualizan haciéndonos parar y nos hacen parar para poder decir. Parece que interrumpieran para poder ser y así no fingir.
María José Ollero es artista y profesora de Educación Secundaria. Forma parte del colectivo artístico Tuiza, del colectivo de pensadoras Península y del colectivo de educadores Enterarte. Es miembro de Las Lindes. Trabaja desde el potencial de las microacciones en su práctica diaria.