Levantamiento

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Levantamiento

LEVANTAMIENTO. LIBERTAD Y CIUDADANÍA EN LOS FONDOS DE LA COLECCIÓN DE ARTE CONTEMPORÁNEO DE LA COMUNIDAD DE MADRID.

COMISARIO: CARLOS URROZ

LEVANTAMIENTO fue una exposición que pretendió expresar los valores de libertad y resistencia ciudadana que inspiraron los levantamientos del 2 de mayo de 1808, a través de los fondos de la Colección de Arte Contemporáneo de la Comunidad de Madrid. Para celebrar la inauguración del Centro de Arte Dos de Mayo, la Comunidad de Madrid se planteó el reto de organizar una exposición que, conmemorando la insurrección popular de los madrileños contra las tropas de Napoleón desplegadas en nuestro país, sirviera también para mostrar los fondos de la Colección de Arte Contemporáneo que la Comunidad ha ido adquiriendo en los últimos años.

Fotografías, videos, pinturas y esculturas que reflejaron el personal mundo de cada uno de los artistas, analizados en esta ocasión buscando vínculos con los sucesos acaecidos en esta misma región hace ahora dos siglos. El día 2 de mayo de 1808 la multitud comenzó a concentrarse ante el Palacio Real. Se cuenta que el gentío vio cómo los soldados franceses sacaban del palacio a la reina de Etruria (hija de Carlos IV), pero la presencia de otro coche, hizo deducir que estaba destinado al infante Francisco de Paula. Al grito de “¡Que nos lo llevan!”, los que estaban allí penetraron en el palacio. Se sabe que el infante se asomó a un balcón aumentando el bullicio en la plaza. Un tumulto que fue aprovechado por el General Murat (al mando de las tropas de Napoleón en España) para ordenar a un batallón de granaderos de la Guardia Imperial que dispararan directamente a la multitud. Al deseo de impedir la salida del infante se unió, además, el de vengar a los muertos y deshacerse de los franceses en una lucha que se extendió por todo Madrid.

Esta revuelta no fue solo la rebelión de los españoles contra el ocupante francés, sino la del pueblo español contra un ocupante tolerado (por indiferencia, miedo o interés) por gran cantidad de miembros de la administración. Fue también una lucha desigual entre soldados de las tropas de Napoleón, perfectamente equipados, –los mamelucos o los coraceros, tercios– frente a una multitud prácticamente desarmada a la que se unieron de manera activa en el combate trabajadores, mujeres, –como las ahora célebres Manuela Malasaña o Clara del Rey– y algunos rebeldes de entre el estamento militar.

Independientemente de los infinitos análisis históricos que caben de unos hechos que tanta imaginería posterior han generado -desde los cuadros de Goya a llamadas a las armas en la Guerra Civil-, al analizar lo sucedido en los primeros días de mayo de 1808, cabe señalar algunos aspectos. En primer lugar, que la ciudadanía de Madrid tuvo un muy importante papel en estos acontecimientos, ya que fue la suma de hombres y mujeres, de tipos populares, de caudillos de los barrios, la que resistió contra los franceses. En segundo término, que el detonante de la salida de la familia real sirvió para poner de manifiesto el hastío del pueblo de Madrid contra la presencia francesa en nuestro territorio. Y por último, destacar la violencia de los sucesos con más de 1.300 bajas en ambos lados causadas por la matanza, indiscriminada en un cierto momento de la contienda, de franceses y españoles.

Estas tres ideas intentan organizar las imágenes que compusieron la exposición. En ella, se combinaban las obras preexistentes con textos de los cronistas de la época que narraban los acontecimientos ocurridos en 1808 y que fueron seleccionados por el historiador Jorge Vilches. Al simultanear su lectura con las imágenes e ideas de los artistas contemporáneos se pretendía poner de manifiesto la vigencia de los hechos ocurridos y el sentido de las conmemoraciones de este bicentenario.

La primera parte de la exposición estuvo dedicada a la ciudadanía de Madrid y la compusieron una serie de retratos de tipos madrileños realizados por distintos fotógrafos en los últimos 50 años (Luis Baylón, Toni Catany, Juan Manuel Castro Prieto, Ricky Dávila, Alberto García-Álix, Pierre Gonnord, Ouka Leele, Encarna Marín, Ramón Masats, Ricardo Martín Morales, Humberto Rivas, Juan Pablo Santana, Antonio Suárez o Miguel Trillo). La importante presencia de fotografía en los fondos de la Comunidad hizo que fuera posible dedicar toda una sala de la exposición al retrato, en su mayoría de personajes cuyas facciones seguramente no distan mucho de las de los personajes que protagonizaron los sucesos de 1808.

La segunda sala se inició con distintas citas que pusieron de manifiesto los frecuentes cambios de soberanía y bandera a principios del siglo XIX para remitirnos a una serie de trabajos de artistas españoles que tratan la idea de nación a través de los mapas de Chema Mádoz o Gonzalo Puch, los trabajos sobre las fronteras de Cristina Lucas y Santiago Sierra o la ironía sobre las banderas de Juan Hidalgo y Mateo Maté.

Ante una Europa relativamente estable de los últimos cincuenta años, se nos hace difícil imaginar los cambios de soberanía de territorios europeos y de ultramar que tuvieron lugar a raíz de paces y tratados de principios del siglo XIX. Frases como “¡La Patria está en peligro. Madrid perece víctima de la perfidia francesa. Españoles, corred á salvarla!” y “A morir matando” recogidas de fuentes de la época evidencian la crudeza de los hechos acaecidos el 2 de mayo de 1808 y nos acercan a la tercera sección de la exposición, en la que queda patente la violencia como tema de fondo en trabajos como Fire (Fuego) de Annika Larsson, Last Riot de AES+F group, Sin título (Cristal roto) de Sergio Belinchón, Una disputa de Biel Capllonch así como, de manera explícita, también en las obras Villalar de los Comuneros, de Bleda y Rosa, Barbarie de Ester Partegás o Rich Cat Dies of heart attack in Chicago (Gato rico muere de ataque al corazón en Chicago) de Fernando Sánchez Castillo.

La exposición se completó con trabajos de tres autores españoles actuales, Eugenio Ampudia, Javier Arce y Jordi Ribes, que hicieron referencia directa al mítico lienzo de Francisco de Goya, Los fusilamientos del 3 de mayo, realizado en 1814.

Esta exposición fue una interpretación subjetiva y personal que partió de obras que ya integraban la colección y que se articulaban de un modo singular para conmemorar el bicentenario.

ARTISTAS: Marina Abramovic, AES+F group, Eugenio Ampudia, Ibon Aranberri, Javier Arce, Luis Baylón, Sergio Belinchón, Mira Bernabeu, Bleda y Rosa, Biel Capllonch, Toni Catany, Juan Manuel Castro Prieto, Ricky Dávila, Alberto García-Alix, Kepa Garraza, Pierre Gonnord, Juan Hidalgo, Jano , Annika Larsson, Ouka Leele, Cristina Lucas, Chema Madoz, Luis de Madrazo Kuntz, Encarna Marín, Ramón Masats, Mateo Maté, Ricardo Martín Morales, Leonel Moura, Cas Oorthuys, Ester Partegás, Gonzalo Puch, Jordi Ribes, Humberto Rivas, MP&MP Rosado, Ixone Sádaba, Fernando Sánchez Castillo, Juan Pablo Santana, Santiago Sierra, Antonio Suárez, Miguel Trillo.

Catálogo (descargar pdf).

CON LA COLABORACIÓN DE LA FUNDACIÓN DOS DE MAYO NACIÓN Y LIBERTAD.

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