La construcción de espacios no-normativos empieza con actos de resistencia contra las estructuras dominantes que generan redes de disidencia en la ciudad y que, en muchos casos, pueden ser mapeadas.
La apropiación queer del espacio es uno de los ejemplos más claros para mostrar cómo se pueden distorsionar las jerarquías de distinción espacial, alterando ideas binarias preconcebidas que tienen que ver con percepciones de lo público y lo privado, lo legal y lo ilegal, etc.
La producción del espacio no es solo un producto de urbanistas, arquitectxs y constructorxs, es tambén el resultado de la acción social y de la construcción cultural. A través del estudio de diferentes prácticas disidentes localizadas a lo largo de la historia y sus correspondientes cartografías, mostraremos como siendo usuarixs podemos pervertir y generar espacios personales a través de tácticas de reapropiación.