¿Cómo se posicionan las personas en el espacio público con sonido? En torno a esta pregunta es posible plantear relatos centrados en el trabajo de los herreros, las campanas y las sirenas, las cencerradas, la protesta, los carnavales y ritos que si no son distintos, al menos son paralelos a aquellos que vertebran la historia de la música y del arte. El sonido, el ruido, el rumor de una comunidad enfurecida y el repiquiqueteo del trabajo son argumentos disonantes, de calado casi arqueológico, a los de la historiografía oficial. En Charivaria, una exposición comisariada por José Luis Espejo y Andrea Zarza en CentroCentro Cibeles entre octubre de 2017 y enero de 2018, se reunieron trabajos que plantean estos conocimientos transferidos, en muchos casos, oralmente o por alegorías, que han sido minorizados por disciplinas académicas. Artistas como Grupal Crew Collective, que toman los sonidos de las fiestas de colectivos sin identidades consagradas, o Cuidadoras de Sonidos, Rafael SMP o Vivian Caccuri, que dan voz a los habitantes de barrios destruidos por el avance de la modernidad, y Xabier Erkizia, que con su estudio sobre la cultura del carro de bueyes, agudiza el oído hacia un sonido desplazado por la hegemonía de lo urbano, tienen claro que sus trabajos amplían nuestra concepción del arte. Los archivos, sonoros y escritos permiten rescatar historias silenciadas y sonidos olvidados para replantear genealogías del arte sonoro o de la música. Un despliegue de contenidos enigmáticos sorprende al visitante y rarifican el espacio de la galería.
Historias silenciadas, sonidos olvidados
Tipo de evento
Fecha del Evento
-
Artistas
Año
2018
Duración
2:00