JUEVES 11 DE NOVIEMBRE 18:30 - 20:30
Ion De sosa. Sueñan los androides. 2014 (61min.)
Sueñan los androides. Declaraciones del director (Director's statement)
La Tierra 2052.
Una playa sin mar. Cartografía de un futuro sin futuro.
Ambientar la Tierra del 2052 en Benidorm no es una decisión gratuita. La ciudad alicantina es el ejemplo absoluto del modelo de crecimiento que
España ha desarrollado en la segunda mitad del siglo XX. Un modelo de turismo de sol y playa que hace que Benidorm haya pasado de aldea
pesquera a una urbe de rascacielos que alcanza el medio millón de habitantes en verano. Ciudades de vacaciones que experimentaron un
crecimiento acelerado en muy poco tiempo. Enclaves diseñados a finales de los años cincuenta, para vender una imagen idílica de España como
sociedad de servicios, como lugar de ocio y diversión.
Una Benidorm de rascacielos baratos y hoteles ostentosos, una réplica doméstica de Dubai y Hong Kong, aparece en la película como el futuro de la
Tierra, un oasis para la tercera edad. Un paraíso moribundo a cámara lenta. El estilo de Las Vegas en un enclave mediterráneo para turistas con escasos recursos económicos.
Así, el detective protagonista camina por una ciudad difícil de ubicar, un nolugar diseñado para jubilados. Podríamos estar en cualquier sitio del mundo,
y a la vez no estamos en ninguno. Al no mostrar nunca el mar, la ciudad de vacaciones adquiere una dimensión delirante y claustrofóbica. Del mismo
modo, al rodar en otoño en un sitio de veraneo, la ciudad aparece vacía y sombría, sus cielos nublados, sus comercios cerrados. Los salones de baile,
las discotecas, las calles atiborradas de neones y carteles prometiendo alcohol y juerga sólo funcionan a medio gas, tiñendo el futuro de la Tierra de
una atmósfera decadente y obsoleta.
Las apariciones de turistas y población local, funcionan como un contrapunto costumbrista y entrañable a la investigación sangrienta y despiadada del
protagonista. Todos esos ancianos felices que deambulan por las calles y cafeterías en sillas de ruedas motorizadas parecen no enterarse de nada, no
reaccionan a los asesinatos del protagonista. La ciudad aparece así como un espacio cada vez más irreal y enrarecido.
Fotograma de Sueñan los androides. Ion de Sosa. 2014