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Ana Laura Aláez
Todos los conciertos, todas las noches, todo vacío, 2009, Ana Laura Aláez (Forma y performance, Galería Soledad Lorenzo, Madrid)
Hablar de la obra de Ana Laura Aláez es adentrarse en el paraíso artificial de las apariencias. Un mundo donde los cánones son invertidos, las identidades son poliédricas y la ambigüedad es un valor. La obra que viene realizando desde principios de los noventa se basa en una mirada que pone de relieve el lado hedonista de la vida, a partir de una estetización de diferentes comportamientos humanos y sociales en el marco de la cultura contemporánea. En un contexto como el vasco, donde el arte tiene una fuerte impronta de la tradición escultórica heredada por Oteiza, Ana Laura siempre ha reivindicado la diferencia como belleza.
Todos los conciertos, todas las noches, todo vacío reúne algunos de los últimos trabajos de Ana Laura Aláez en diálogo con otros del inicio de su trayectoria. La exposición se propone como un giro al origen, ir al punto de partida para trabajar entre las fisuras de los temas que han acompañado su trabajo en los últimos veinte años: el cuerpo como peana, la peana como escultura, la escultura como canción, la noche como material, la identidad como conflicto, la impostura como posibilidad. La idea es indagar en la búsqueda de representarse como lenguaje, eje de su trabajo en todo este tiempo. En esta ocasión, el proyecto busca hablar desde un lugar elusivo, evitando las alusiones directas, un espacio ruidoso que no tiene que ver tanto con el sonido como con una rebelión calmada. Como traslada entre líneas el título de la exposición, título a su vez de uno de sus trabajos menos conocidos, un lugar contundente y evanescente a la vez.
Visita dialogada a la exposición "Todos los conciertos, todas las noches, todo vacío" con Ana Laura Aláez y Bea Espejo.
Acceso libre
Todos los conciertos, todas las noches, todo vacío reúne algunos de los últimos trabajos de Ana Laura Aláez en diálogo con otros del inicio de su trayectoria. La exposición se propone como un giro al origen, ir al punto de partida para trabajar entre las fisuras de los temas que han acompañado su trabajo en los últimos veinte años.