Fetiches críticos: Residuos de la economía general fue la primera entrega de los proyectos de El Espectro Rojo, un núcleo que opera desde la ciudad de México y que busca explorar la intersección entre prácticas artísticas y teóricas, desde una perspectiva política, postcolonial y poética. Fetiches críticos buscaba rebasar la descripción miserabilista de los efectos de la crisis del capitalismo, para exponer el modo en que el trabajo artístico documenta momentos de anti-producción, desactiva los mitos del desarrollo y pone en operación al objeto artístico como objeto de deseo y subversión.
Exposición
Proyecto de exposición que se propuso penetrar en el presente del arte en el Estado Español. La muestra, en la que participaron 56 artistas, no pretendió arrojar una mirada totalizadora sobre el “aquí y ahora”, sino que otorgó una mayor visibilidad, y por primera vez de manera concentrada, a formas de trabajo que se han desarrollado en los últimos 20 años en focos específicos del contexto.
El Centro de Arte 2 de Mayo presentó dos instalaciones de los artistas David Bestué y Marc Vives. La primera de ellas, Acciones en el universo, 2007, remitía a un túnel del terror o pasillo experimental dividido en 11 estancias. La segunda instalación, La Confirmación, es el recorrido de un personaje por distintas etapas vitales que lo llevan a replantearse algunas de las certezas que tenía por inamovibles.
La muestra exhibió una primera serie de trabajos, desarrollados entre 2000 y 2005, del videoartista israelí Guy Ben-Ner. El punto común es el estudio de la figura paterna dentro de la familia, siempre con la intención de extrapolar la situación hacia cualquier sujeto que trata de conformarse dentro de un grupo.
La exposición reunió videos, fotografías, dibujos e instalaciones que escenificaron actos performáticos en los que la propia artista, personajes, el mismo espectador o incluso animales, confrontaron directamente los símbolos, mitos y metáforas de momentos fundacionales de la dominación patriarcal occidental.
A través de más de un centenar de obras de sesenta artistas procedentes de España y del extranjero, la exposición planteó la relación entre la cultura del coche y la creación artística durante las últimas décadas.
Exposición que pretendió expresar los valores de libertad y resistencia ciudadana que inspiraron los levantamientos del 2 de mayo de 1808, a través de los fondos (fotografías, vídeos, pinturas y esculturas) de la Colección de Arte Contemporáneo de la Comunidad de Madrid.
Primera exposición individual en España de la agrupación de artistas transdisciplinar Discoteca Flaming Star. Con Cristina Gómez Barrio y Wolfgang Mayer como fundadores y principales componentes, el grupo se agranda o se reduce, convirtiéndose en una especie de lugar de encuentro que se va trasladando y cambiando según el recorrido de sus performances.
Gustos, colecciones y cintas de vídeo fue una muestra que reunió 22 piezas en soporte vídeo de 21 artistas, pertenecientes todas ellas a la Colección de Arte Contemporáneo de la Comunidad de Madrid y otras colecciones privadas madrileñas especializadas en este medio.
Nicolas Bourriaud: “Algunos trabajos son ahora time-specific del mismo modo que en los sesenta empezaron a ser site-specific. Nuestro mundo se ha convertido en un inmenso disco duro, abarrotado de las imágenes que tomamos con los incontables dispositivos que nos permiten grabarlas y retenerlas. Nuestra realidad diaria está hecha de esas imágenes, de espectros, como habría dicho Derrida”.
Bajo el título Panal y comisariada por la curadora francesa afincada en Inglaterra Anna Colin, la muestra parte de una de las ideas subyacentes en todo su trabajo: la ciudad. La exposición incluye el uso del lenguaje del cómic como sustrato estético, intelectual y narrativo y lo aplica a diferentes niveles de lectura.