Los descampados, los materiales de construcción, las capas de la ciudad abandonadas en su proceso mismo de crecimiento o lo que hay bajo el suelo, son algunos de los temas que ha tratado Lara Almarcegui en su trabajo y que aquí se presentan como una contextualización retrospectiva de la obra realizada específicamente para el CA2M, Madrid subterráneo.
Exposición
Colección V se centró en la experiencia del espectador en el espacio expositivo mediante la selección de obras de la colección que, herederas de las prácticas minimalistas y conceptuales de la década de los sesenta, sostienen una preocupación en la relación fenomenológica de las obras con el espectador y el espacio que las acoge.
Pop Politics: Activismos a 33 Revoluciones planteaba una reivindicación de las formas políticas específicas producidas en la música Pop a través de las prácticas artísticas contemporáneas. Una manera de abordar la producción cultural actual desde un posicionamiento ideológico determinado por las prácticas de empoderamiento personal, los espacios compartidos, la visión emancipada del espectador, los medios de comunicación y la apropiación y reconexión de informaciones diversas.
En esta ocasión, Colección VI partió de la idea del arte como forma de aproximarse a la realidad, como lugar en que se mira de manera crítica el pasado para entender el presente e imaginar el futuro. Las obras de esta exposición propusieron viajes de ida y vuelta por sucesos que acontecieron en la historia, abordándolos desde las emociones, individuales y colectivas, e insistiendo en la dimensión sensible del arte.
Querer parecer noche acoge diferentes formas de producción artística en Madrid, creaciones que se debaten entre la nostalgia histórica de la que son herederas y el momento histriónico actual, con sus distintas sensibilidades y maneras de hacer, y donde la idea de lo local se construye a caballo entre quienes lo habitan y quienes están de paso.
Autoeclipse es una muestra organizada como una suerte de retrospectiva hecha únicamente de trabajos recientes, pero que nos permiten echar una mirada crítica al trabajo realizado hasta ahora por Armando Andrade Tudela. Las obras presentadas funcionan a partir de las tensiones que crean con sus predecesoras, con la biografía del propio Armando y con la evolución política y social de los lugares en los que el artista ha residido, reflexionando así sobre el quehacer artístico tanto en su faceta pública y social como en aquella más íntima y privada.
Todos los conciertos, todas las noches, todo vacío reúne algunos de los últimos trabajos de Ana Laura Aláez en diálogo con otros del inicio de su trayectoria. La exposición se propone como un giro al origen, ir al punto de partida para trabajar entre las fisuras de los temas que han acompañado su trabajo en los últimos veinte años.
Mediante prácticas interdisciplinares, las artistas ofrecen alternativas a los relatos convencionales sobre las minorías socio-políticas, incluyendo en ellas la discusión sobre el papel de la producción artística contemporánea.
Miguel Trillo. Doble exposición revisita las dos primeras muestras individuales de Miguel Trillo que tuvieron lugar en la Galería Ovidio (PopPurri. Dos años de música pop en Madrid) en 1982 y en la Sala Amadís (Fotocopias. Madrid-London) en 1983. El proyecto pretende reflexionar acerca de los displays que Trillo utilizó para mostrar sus trabajos, alejados de los modos más convencionales en que la fotografía se exponía en los escasos espacios que le daban cobijo a principios de los años ochenta.
La exposición Allan Kaprow. Comfort Zones. Junio 1975 rescata el hapenning que Allan Kaprow realizó en 1975 en la Galería Vandrés de Madrid, un capítulo fundamental de la historia de las galerías madrileñas, y que contribuyó a la normalización de la innovación en el campo del arte contemporáneo.