ANA GALLARDO. TEMBLÓ ACÁ UN DELIRIO

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Ana Gallardo

Fotografía: Roberto Ruiz.

Comisariada por Alfredo Aracil y Violeta Janeiro.

Desde finales de los años noventa, cuando la globalización operó un marco de precariedad y feminización del trabajo que trasciende el ámbito de lo doméstico y los cuidados, la obra de Ana Gallardo (Argentina, 1958) viene problematizando la privatización de los sentimientos y las relaciones sociales desde una perspectiva que pone en el centro la herida abierta de la violencia contra las mujeres.

Lejos de ocupar el lugar de la víctima, lo que Ana Gallardo busca es poner en escena un deseo de revancha personal y colectiva. Resultado del rechazo de la muerte como técnica represiva, su resentimiento se orienta a la capacidad de hacer mundo y construir otros vínculos con lo vivo; muy distinto, por lo tanto, al rencor de las políticas de odio de quienes sienten haber perdido sus privilegios, los dueños del terror y el olvido, aquellos que amenazan con desaparecer los cuerpos y las vivencias de las madres, hijas y abuelas incapaces de adecuarse a las axiomáticas coloniales y patriarcales.

Del lugar de la artista dentro de esta pedagogía de la crueldad asoma la experiencia de lo común. Lo que empuja a Ana Gallardo a no cesar en su voluntad de crear -poniéndose en juego mientras se pregunta cómo y con quién aprender a vivir de otro modo-, es la posibilidad de hacer algo con los materiales del duelo desde una práctica artística que, si bien no cura, repara y habilita devenires. Pero también, y sobre todo, hacer del duelo un proceso público. Apelar al recuerdo, darle materia a lo ausente, volverlo activo, teniendo presente a las que mueren antes de lo que deben, en dolor y agonía, mientras se procura hacer realidad los sueños de otras mujeres que, aún con vida, son castigadas por desafiar los mandatos de la reproducción social capitalista.

De espaldas a las estrategias identitarias que celebran el sufrimiento como la verdad de cada sujeto individual, de este recorrido por veinte años de producción sobresale el impulso vital y el inconformismo incluso consigo misma. El compromiso con una lucha que, forjada en la solidaridad con aquellas distintas pero iguales, se materializa en un conjunto de obras atravesadas por testimonios orales, confesiones, relatos escritos a varias manos y escenas de un hacer que confunde lo propio con lo ajeno.

Tembló acá un delirio no se presenta como una retrospectiva. Propone una deriva de muchas posibles, una bitácora de los rodeos de Ana Gallardo por el Sur global y sus geografías de violencia necropolítica y extractivistas. La dimensión autobiográfica de la exposición no se encierra en el teatro del yo, sino que expone los límites de toda experiencia subjetiva. Que la práctica artística se conciba como tecnología de auto-conocimiento y apoyo mutuo, gracias a la participación de un elenco de voces que, como en Antígona de Sófocles, forman familia por fuera de los lazos sanguíneos, contribuye a crear una zona de continuidad donde la crítica de la subyugación -por motivos de raza, sexo, edad, clase y otras formas de represión-, como un terremoto, tiene su réplica en la defensa de los territorios. Pues los traumas de las montañas y los huesos perdidos en la selva no son distintos de los nuestros. La tierra es materia de la memoria.

ANA GALLARDO 

Ana Gallardo es una artista política. Desde este posicionamiento, disputa los sentidos ortodoxos de esa categoría en el arte contemporáneo. Su obra se acerca de manera temprana a reflexiones que, en la actualidad, se insertan en los feminismos y las teorías de género. Obras hechas con casi nada o con todo lo que está alrededor: su producción se manifiesta en diversos soportes, frágiles e inestables que potencian la práctica y la identidad de la artista. Sus obras están atravesadas por historias personales, propias y ajenas, siempre movidas por deseos, intentos de transitar estados de ánimo y visibilización de violencias estructurales. La artista trabaja sobre las emociones no hegemónicas y antiproductivas de la sociedad capitalista. Los temas que aborda son la familia, el trabajo, la vejez, el sistema del arte y la violencia contra las mujeres.

Algunas de sus exposiciones individuales más importantes se han presentado: Galería Ruth Benzacar, Buenos Aires (2019); Museo Jumex, México (2018); Museo Es Baluard, España (2017); MAMBA, Buenos Aires (2015); Sam Arts Projects, París (2013); Museo Municipal de Arte, La Plata, (2013) y Parasol Unit Foundation for Contemporary Art, Londres (2012), entre otros. Su trabajo ha sido incluido en exposiciones colectivas en instituciones y museos como Kunsthalle Lund Art Gallery, Suecia (2016); Maison Rouge, París (2015); Whitechapel Gallery, Londres (2013); Palais de Tokyo, París (2013) y el Museo de la Memoria y la Tolerancia, Ciudad de México, (2012). Gallardo ha participado en exposiciones internacionales como la 56° Biennale di Venezia (2015), 29° Bienal Internacional de Arte de São Paulo (2010), y la 7° Bienal do Mercosul (2009), entre otras.

ALFREDO ARACIL

Alfredo Aracil (A Coruña, 1984) es Master en Historia del arte contemporáneo y cultura visual por la Universidad Autónoma de Madrid y el Museo Reina Sofía. Ha sido parte de la X edición del Programa de artistas y curadores de la Universidad Di Tella de Buenos Aires.

En 2017, resultó ganador del concurso de comisarios de la Comunidad de Madrid, presentando el proyecto Apuntes para un psiquiatría destructiva, una investigación artística sobre la poética y la política de la salud mental. El proyecto tuvo continuidad en el grupo de lectura y programa público Una fuerza posible, celebrado el verano de 2018 en el Museo Reina Sofía de Madrid.

Ha dictado cursos, impartido talleres, curado muestras en galerías, instituciones y colecciones de Argentina y España. Trabajó en los departamentos de programas públicos y exposiciones del Museo Reina Sofía de Madrid y de LABoral Centro de Arte de Gijón, donde fue Responsable de Extensión hasta 2017. Actualmente, es Jefe del Departamento de Educativo del Museo Moderno de Buenos Aires y colabora en el diseño de las actividades culturales en Latinoamérica de la editorial Caja Negra.

En 2021 publicó Apuntes para una psiquiatría destructiva en la editorial Piedra y Papel. Y ahora está escribiendo Ruta Norte. Líneas de exceso y electrónica de baile en la Asturias en los años noventa, que será publicado por la editorial Colectivo Bruxista.  

VIOLETA JANEIRO

Violeta Janeiro Alfageme (Vigo, 1982). Comisaria, investiga y escribe sobre un pensamiento social consignado a los márgenes por los relatos del poder. Doctoranda por la Universidad de Santiago de Compostela con una tesis sobre una imaginación política en los noventa en el Estado español que se origina en el desencanto. Interferencias, una memoria que sigue viva pero no lo sabíamos es un proyecto de largo aliento sobre los procesos de politización de la propia subjetividad en una generación de mujeres artistas, entendidas como sujetos subalternos, que desarrollaron una sensibilidad artística en años de represión y cerrazón.

Directora de la XVII edición de la Bienal Internacional de Fotografía de Tenerife Fotonoviembre, 2023. Otros comisariados en el 2023: How long is an echo? en Städtische Galerie Kubus en Hannover, Preservation paradox con Jumana Manna en Matadero, Madrid. Ha colaborado con Los Centros Culturales de España en Lima, La Paz y Santiago de Chile, El Museo Reina Sofía, Kunsthall Trondheim en Noruega, CIA en Buenos Aires y Bisagra en Perú, impartido clases en UCEAP (University of California Education Abroad Program), Universidad de Nebrija, Cursos de verano de fotografía de la Universidad Carlos III y el Círculo de Bellas Artes en Madrid entre otros. Co-autogestiona y comisaría Late Idea Dice con propuestas en relación a la geopolítica y trauma. Proyectos recientes con la artista palestina Jumana Manna y la iraní Gelare Koshogozaran y también la escritora Gabriela Ybarra.

En colaboración con:

MUAC

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