Exposición

Exposición
Mario Espliego

La práctica de Mario Espliego (Guadalajara 1983) está vinculada al programa de la escultura monumental y se resuelve en diversos medios y procedimientos, incluyendo la escritura de manera habitual. Profesor de escultura en la Escuela Universitaria TAI, es Doctor en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid. En su tesis, al igual que en su trabajo artístico, analizaba distintas problemáticas ligadas a la violencia producida desde/hacia el formato monumental. Actualmente se encuentra trabajando en su proyecto “Por la uña el león”, becado por la Fundación Botín.

María Sánchez

María Sánchez (Ávila, 1977) es una artista pequeña. No se trata de su talla ni del tamaño de sus piezas, sino de su trabajo. Realiza acciones, así que apenas produce objetos y a veces ni siquiera un registro de sus obras. Su pequeñez es la de pasar desapercibida del acontecer habitual de la vida cotidiana. María hace de lo menor una fuerza política, porque es capaz de hacer perceptible la invisibilidad de las relaciones de intimidad de nuestros cuerpos en sociedad.

Ana Esteve Reig

Ana Esteve Reig (Agres, Alicante, 1986) se formó en Alemania y completó sus estudios con un posgrado bajo la tutela del artista Bjørn Melhus. Ana utiliza los estereotipos narrativos del cine o del vídeo digital en los medios de comunicación para mostrar la forma en que la ficción sirve como una forma de producción de realidad. Su trabajo de edición es heredero de los estudios visuales feministas y de sus críticas al medio fílmico.

Pablo Durango

Pablo Durango (Madrid, 1988) investiga sobre las relaciones entre el poder y el lenguaje desde una perspectiva lúdica. Sus trabajos están atravesados por biologías queer, por filosofía cyborg o por futuros y dimensiones distópicas. Su interés se centra en la forma en la que se estructura la realidad en una serie de categorías concretas y la consecuente afección producida en los propios cuerpos. La performatividad del cuerpo y su construcción política son temáticas siempre presentes en sus obras, tanto en objetos como en performances.

Marian Garrido

El arte de Marian Garrido (Avilés, 1984) no sólo es uno de los más adaptados a una situación de pandemia, a la sensación de vivir dentro de las páginas de un relato de ciencia ficción, sino que constituye una herramienta de producción de presente.

Javier Rodríguez Lozano

El trabajo de Javier Rodríguez Lozano (Madrid, 1992) parte de un relevante interés por lo formal y lo simbólico. Desde el comienzo de su trayectoria su realidad cotidiana y todo aquello que le rodea le han servido para complejizar un discurso sobre lo que parece pasar desapercibido, lo más cotidiano, lo común o lo que Georges Perec definió exhaustivamente en su libro póstumo Lo infraordinario. Como él mismo explica: “Mi labor trata de complejizar esa parte cercana e ignorada de nuestro imaginario diario, consiguiendo espacio para su re-apreciación.

Diego del Pozo

Diego del Pozo (Valladolid, 1974) es profesor de Bellas Artes en la Universidad de Salamanca, aunque vive desde hace mucho tiempo en Madrid. Su trabajo se diluye en muchas voces porque su naturaleza es colaborativa, estableciendo diálogos con herramientas de la teoría crítica –decolonial, feminista y queer– o incluso formalizándose públicamente como parte de colectivos como C.A.S.I.T.A., Subtramas o Declinación Magnética. Sus obras se centran en cómo, en el sistema neoliberal, los afectos han pasado a operar como formas económicas.

Jimena Kato

El trabajo de Jimena Kato (Lima, 1979) se caracteriza por la investigación sobre arquetipos constructivos y arquitectónicos, principalmente a través de una escultura en la que combina la utilización de materiales industriales con otros de fabricación manual, que evocan en muchos casos lo orgánico como elemento vertebrador de su obra. Sus objetos remiten a una cierta cotidianidad. Realizados fuera de escala, conforman un imaginario relacionado con el cuerpo a través del movimiento, las medidas, las proporciones y el volumen.

Carlos Aires

En su obra, Carlos Aires (Ronda, 1974) ejerce la crítica al poder y a sus sistemas de control utilizando una estética enraizada en un problema de clase social. Las formas decorativas y la sofisticación del uso de los materiales fueron concebidas para la distinción social: por ejemplo, la cerámica o la ebanistería barrocas son indicios de buen gusto para la clase dominante.

Antonio Fernández Alvira

Desde el comienzo de su trayectoria, el artista Antonio Fernández Alvira (Huesca, 1977), ha utilizado el dibujo como principal medio de expresión. La superficie del papel pronto se convirtió en el soporte sobre el que explorar con distintos materiales: desde el hilo dorado que le sirvió para bordar en Constructing my Identity (2008-2009), pasando por el uso de la acuarela en De valores y mentiras (2011), hasta el conjunto de gouaches y de obras en tinta en Soldiers (2013).