conservación

Conservacion

Una colección es como un organismo vivo, en el que cada una de las partes solo funciona si está en estrecha coordinación con las otras. Por ello, la conservación preventiva de las obras de arte que la componen —integrada en la planificación del museo desde la misma arquitectura— se lleva a cabo desde diferentes frentes: la política de adquisiciones; la racionalización y gestión de los espacios de almacén, incluyendo su sectorización, control climático, seguridad, buena accesibilidad y equipamiento de mobiliario y materiales; el registro y la documentación de las piezas; la monitorización regular de las mismas y los planes de restauración.

Una colección bien conservada y documentada es una colección más accesible para todas a través de las exposiciones, de los programas educativos, de la comunicación, de los préstamos a otras instituciones y de los trabajos de investigación. Pero también, son esas solicitudes de préstamo o disponibilidad de piezas las que, en movimiento de retroalimentación, generan la necesidad de nuevas acciones de conservación. Por eso nos parece fundamental ir explicando públicamente, a través de este apartado de nuestra web, algunas actuaciones de restauración que se van realizando sobre piezas de la Colección Museo CA2M o la Colección Fundación ARCO.

 

CONDICIONES AMBIENTALES

El edificio cuenta con un sistema de climatización a través del cual es posible mantener los niveles de humedad y temperatura requeridos para estabilizar y ralentizar el envejecimiento natural de los materiales que componen las piezas.

El control de las condiciones ambientales se lleva a cabo con los Data logger Wi-Fi Testo Saveris 2. Vía Wifi, cada uno de los receptores emiten informes constantemente y de forma automática, en intervalos temporales definidos, de la temperatura y de la humedad relativa, enviando los datos a la testo Cloud (almacenamiento de datos en línea) a través de su WLAN. A su vez, constan de un sistema de alarmas, en caso de que se excedan o no se alcancen los valores establecidos. Se utilizan tanto en las plantas del edificio como en los almacenes de obra, pudiendo utilizarse de forma puntual en el interior de las vitrinas.

Nuestro principal objetivo es que estos valores sean lo más estables posibles, pues uno de los pilares básicos en la conservación preventiva es evitar las fluctuaciones ya que estas provocan alteraciones en materiales orgánicos e inorgánicos. El diseño del edificio otorga una gran fuente de luz natural en las salas de exposición especialmente en las plantas 2º y 3º, al ser una de las paredes del edificio de vidrio. La entrada de esta luz está controlada mediante filtros ultravioletas, además del control con las fuentes de luz adecuadas y luxómetros de medición, para así evitar la acumulación de los efectos fotoquímicos.

En el momento en que las obras salen para un movimiento o exposición externa, tramitamos los cuestionarios oportunos que nos certifican que estos valores ambientales que mantenemos en nuestra institución se continúan cumpliendo en las diversas salas donde se exhiben los préstamos. Las obras prestadas siempre van acompañadas por un informe de conservación que nos permite hacer un seguimiento de la pieza en tiempo y espacio. Se establece como prioritario que ésta se encuentre en las condiciones óptimas que permitan su exposición tanto en el propio centro como fuera de él.

 

ALMACENAJE

El almacén o área de reserva, es el espacio en el que más tiempo permanecen las obras de arte y también el lugar donde más obras de arte hay dentro del museo. Es, por tanto, una zona muy importante no solo para la conservación de las colecciones, sino también para todo el ciclo de su gestión. Un almacén sin las condiciones adecuadas no puede garantizar el resto de las misiones asignadas a los museos, basadas en la generación y transmisión de conocimiento a través de sus colecciones. En este área las obras permanecen “en reserva” a la espera de ser expuestas o estudiadas y son múltiples las tareas que en ella se realizan: registro, etiquetado, fotografía, trabajos de preparación para exposición o préstamo, embalaje, tareas de mantenimiento, documentación o visitas puntuales de diferentes colectivos. Sin embargo, y aunque la situación ha ido cambiando paulatinamente desde aquellos primeros almacenes casi trasteros o incluso de las salas de exposición-almacén en las que se exponía prácticamente todo, es bastante generalizado que no siempre se les presta la atención que merecen.

En el Museo CA2M los almacenes están integrados en el proyecto arquitectónico desde su inicio y han sido equipados con los requerimientos necesarios para cumplir con sus funciones primordiales. Se planificaron la ubicación, los materiales de construcción y revestimiento, la buena accesibilidad desde el exterior y entre los espacios internos, las instalaciones de seguridad, extinción de fuego, climatización e instalaciones de voz y datos. Así mismo se han establecido protocolos de seguridad para su acceso, para el control climático, el movimiento de obras o la limpieza.

La zona de reserva está sectorizada en tres espacios en función del formato de las obras de arte y cada uno de ellos equipado con mobiliario acorde a este formato que cumple con las normas de conservación preventiva. Contamos con estanterías de carga en uno, peines en otro y finalmente planeros, rulos para textiles y armarios en el tercero. Las estanterías albergan escultura e instalaciones; en los peines se aloja obra enmarcada (gráfica y fotográfica), cajas de luz, pintura sobre lienzo, tablas y otras obras bidimensionales de diversos formatos; en planeros guardamos obra bidimensional sin enmarcar y libros de artista. Los armarios metálicos con puertas están destinados a los archivos digitales y pequeños objetos, y los rulos para textiles. Igualmente disponemos de maquinaria y escaleras que nos permiten acceder a los estantes más altos; armarios específicos para guardar material de restauración, carritos y carros para facilitar el desplazamiento de las piezas; amplias mesas de trabajo con ruedas y diferentes tipos de lámparas y lupas para trabajar.

Para garantizar el control y accesibilidad a las colecciones se ha establecido una codificación de las ubicaciones y el etiquetado manual de cada pieza, todo lo cual gestionamos con el programa DOMUS.

Cuestión fundamental en las áreas de reserva es la previsión de crecimiento de la colección para evitar que las condiciones de accesibilidad a las obras y la circulación interior, tanto en horizontal como en vertical, vayan mermando paulatinamente.

 

TRANSPORTE Y EXPOSICIONES

El transporte de obras de arte es una de las fases más importantes de la conservación preventiva. Este paso intermedio entre el préstamo y el montaje es fundamental en la conservación, pues gran parte de los deterioros se originan en este punto: movimientos, vibraciones, cambios de temperatura, fluctuaciones de humedad… Para minimizar todos estos factores, la forma de gestionarlo es fundamental.

Su tramitación debe incluir previamente toda la documentación requerida, la planificación del movimiento completo, los medios auxiliares necesarios (maquinarias elevadoras, carros o dollys, cinchas, etc), el tipo de embalaje, los medios de control y seguridad (correos, escolta…).

El material constitutivo de las obras y su acabado es lo que va a determinar cómo va a ser su embalaje correcto y cuales sus materiales de protección. En cualquier caso cada pieza es única en su forma y estructura.

Desde el Museo CA2M nos parece fundamental el transporte en cajas de madera, y metal en menor grado, acondicionadas contra vibraciones y fluctuaciones climáticas y en las que las obras se encuentren inmovilizadas en su interior mediante refuerzos de plastazote o foam. Tendrán señalización externa de peligro, fragilidad, dirección de viaje y de apertura, así como precintos de seguridad. No deben aportar datos, ni fotografías de las obras que contienen.

Estamos priorizando, en el caso de piezas frágiles o de pequeño formato la realización de embalajes intermedios en materiales de conservación, cajas y carpetas realizados en cartón neutro, que aseguren su perfecta conservación en nuestros almacenes y a la hora de viajar se introduzcan en cajas de madera reutilizables para otras obras. Así evitamos realizar embalajes nuevos de madera, excepto si es estrictamente necesario, ya que su almacenamiento es una fuente de problemas de espacio en los museos.

Siempre hay que particularizar para después agrupar tratamientos y formas de trabajo, pero es vital saber con qué tipos de materiales y empresas trabajamos.  El sector en este sentido está muy bien profesionalizado y nos ofrece materiales de alta calidad en conservación preventiva y empresas especializadas en la manipulación de las obras de arte.

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