Pedro G. Romero

A principios de los 2.000, Álvaro Perdices llevó a cabo una serie de ejercicios con los alumnos de un colegio en Los Ángeles mediante transcripciones formales de lo que consideraban buenas y malas acciones. El resultado fueron una serie de esculturas que llamaron su atención acerca de la posibilidad de catalogar unas formas como buenas o malas. A partir de esa experiencia y de su encuentro con documentos como ¿Por qué hice las chekas de Barcelona? Laurencic ante el consejo de guerra, de R.L. Chacón, Perdices proyectó una serie de acuarelas en las que mezcló su interés por las chekas psicotécnicas de Laurencic con las experiencias que una serie de discotecas brasileiras realizaron en la década de los sesenta a partir de la mezcla de música psicodélica, drogas alucinógenas y diseños extraídos de la eclosión del Op Art, con una serie de desenlaces trágicos. 

Invitado por Pedro G. Romero, junto a Patria Gómez, Mª Jesús González y Lola Lasurt, a participar en Habitación a través de una investigación propia en el apartado chekas del Archivo F.X., Perdices retomó ese proyecto, rehaciendo aquellas acuarelas y proponiendo una actividad que, bajo el título DiskoCheka planteaba la creación de una estancia efímera, situada en un segundo sótano del número 6 de la calle Arganzuela. Allí, la noche de la inauguración de la exposición, durante unas horas, se convocó a una audiencia que por su cuenta y riesgo accedió al espacio para disfrutar de la música y de la decoración del espacio, inspirada en las chekas de Laurencic y en lo que debieron haber sido aquellas discotecas brasileñas de las que Perdices había tenido noticia. Además, se sirvieron los cócteles especiales reflejados en el recetario que en 1940 y bajo el anuncio, Lo que se bebe en las checas, colgaba del Bar Chicote de Madrid.

El material filmado durante esa fiesta protagoniza esta primera actividad que Habitación propone, presentándose como una proyección envolvente acerca de la cual conversaran el artista Álvaro Perdices con Pedro G. Romero y Ángel Calvo Ulloa, co-comisario de la muestra.
 

Friso pictórico a modo de animación frame a frame a partir de la película analógica digitalizada en youtube de la versión futurista de Thaïs de Anton Gulio Bagaglia. El friso se centra en el ultimo acto de la película en el que Thais muere sola en su celda, partiendo de su representación figurativa para progresivamente ir incorporando la abstracción geométrica. El argumento de Thais tiene una clara conexión con la iconoclasta antisacramental del Archivo FX y su decorado con las chekas de Laurencic.

El título del friso hace referencia a los ejercicios pictóricos que Luivov Popova describe en sus manuscritos respeto a la metodología que se debía instruir a los alumnos del Curso Básico de la Escuela de Arte Vkhutemas, para que introdujeran progresivamente la abstracción a todas sus creaciones, en un paso intermedio a darles una utilidad.