Pero... ¿esto es arte? 2019

Cuando se tatúa, el día se vuelve domingo. Sin una decisión consciente previa, las sesiones de tatuajes acaban siendo rituales. Se establece un vínculo de una intimidad bizarra a través de una penetración de tinta y metal. La piel se rompe, impregna y cambia para siempre. Y este para siempre hace que todo se torne místico. 

Es precioso ser vehículo de canalización para materializar el deseo del otro. Conlleva una concentración total que hace que el presente sea en todo su esplendor.

Y con la magia y potencia del presente, ocurre el milagro de la transmutación.

- Por favor, siga las instrucciones si es tan amable: elija nombre de usuario. Ahora elija sexo. Ahora elija forma. Ahora elija color. Ahora elija textura. Ahora elija voz.

El sistema informa de que ya existía una imagen previa. Durante el proceso, se desarrollará un algoritmo que permita el reseteo y la reconfiguración de un nuevo archivo. Por favor, espere.

En el arte se está aquí y allí. ¿Hay estados de concentración y aislamiento total durante el hacer? ¿Cómo se hace mientras se está en otra cosa? Crear, construir, en el sueño, en la embriaguez, en la enfermedad, el cuidado, la espera, el éxtasis y el llanto. Recorreremos prácticas que, más que entre, están en. Algunas surgen así explícitamente, pero también se puede volver a mirar otras que en principio parece que no tienen nada que ver y que se muestran diferentes desde esta perspectiva.

Busquemos el arte de estar en dos cosas a la vez subversiva y placenteramente.

La arcilla es granito descompuesto y disgregado por la erosión. 

Una amiga nos dice si soy piedra, soy una clase de piedra de pacotilla y quebradiza como la arenisca o la serpentina, o quizá el esquisto. O ni siquiera roca sino arcilla, o ni siquiera arcilla sino barro. Solo soy barro. Cedo. Trato de acomodarme. Sigo aquí y sigo siendo barro, pero estoy llena de pisadas y huecos hondos y huellas y alteraciones. 

Queremos hablar del mundo, que está hecho de barro. Pensar en la materia y sus procesos para hablar de las cosas. Y hablar de cerámica. Nosotras hemos entendido mejor alguna cosa desde que tocamos barro.

Hace un año y pico nos juntamos semanalmente en el taller de Luisa en Leganés. Empezamos siempre hablando de nosotras, y luego hablamos del barro; de lo que puede.

Muchxs de lxs inmigrantes que viven en España se preguntan por la ausencia de lo latinoamericano en los imaginarios futuristas reinantes, y por el valor de las prácticas culturales de su comunidad frente a las categorías del arte. Una posible respuesta, desde el arte, puede ser centrarse en explorar tácticas de re-invención, re-(ex)istencia y re-identificación desde la música y su puesta en escena. 

Nos reunimos pa’preguntarnos si es posible que conversen esas prácticas locales y las formas que entendemos como universales/globales, si es posible desengancharnos de la narrativa moderna y re-inyectar lo enigmático en nuestras formas de hacer y decir; si podemos imbuir de importancia una nueva mitología que represente un paisaje y una vivencia local.

La construcción de espacios no-normativos empieza con actos de resistencia contra las estructuras dominantes que generan redes de disidencia en la ciudad y que, en muchos casos, pueden ser mapeadas.

La apropiación queer del espacio es uno de los ejemplos más claros para mostrar cómo se pueden distorsionar las jerarquías de distinción espacial, alterando ideas binarias preconcebidas que tienen que ver con percepciones de lo público y lo privado, lo legal y lo ilegal, etc.

La producción del espacio no es solo un producto de urbanistas, arquitectxs y constructorxs, es tambén el resultado de la acción social y de la construcción cultural. A través del estudio de diferentes prácticas disidentes localizadas a lo largo de la historia y sus correspondientes cartografías, mostraremos como siendo usuarixs podemos pervertir y generar espacios personales a través de tácticas de reapropiación.

A través de ejercicios prácticos de sensibilización se analizarán las implicaciones que se derivan de la experiencia en el territorio, atendiendo a cómo sentimos lo que sentimos y cómo organizamos las percepciones y el comportamiento kinésico que generan. En base a ellas, analizaremos cómo nos comunicamos con nuestro entorno y qué tipo de mapas mentales generamos individual y colectivamente.