Aunque queramos no podemos matar a nuestros muertos. Hay tareas que los muertos nos convocan a hacer, y así en nuestras vidas les portamos, día a día, en pequeños gestos o destellos de sensaciones muy intensas. ¿Cómo compartir las pérdidas, lo que de ellas se queda pegado a nosotras?
Se reconoce en los textos de Manel Clot una multitud de ideas incipientes, deseos obsesivos, referencias rugosas, el rigor de la nostalgia, utopías a destiempo y fatigas repentinas que rigen en la fugacidad de la frase y que dominan su pensamiento de modo casi permanente. No deja anacronismos sino reminiscencias de los 90.
La necesidad de preguntarnos sobre cómo puede producirse hoy el encuentro en torno a las artes vivas impulsa a SUSANA a buscar desde dónde observamos, reflexionamos y ponemos en práctica la realidad que habitamos. ¿Cómo crear un eje que vertebre esta realidad para poder abordarla?
Ahora que por fin la normalidad se ha hecho rara y sabemos que lo raro es lo normal, queremos celebrarlo y seguir pensando en ello desde nuestros cuerpos (el mío con el de lxs otrxs) y probar formas nuevas de ser y estar juntas.