Bailar al sonido es una propuesta que trata al sonido como una fuente energética, la propagación de la cual implica un trasvase energético dirigido a alterar y afectar al cuerpo de forma que pueda modificar su estado y lugar.
En un ejercicio de retroalimentación que pone en relación los elementos cuerpo, espacio y sonido, las acciones de amplificar y registrar los sonidos que emite un cuerpo al moverse van generando capas sonoras que se van sumando y acumulando ocupando gradualmente el espacio y produciendo una carga y una intensidad que afecta al cuerpo y modifica su manera de moverse