Querer parecer noche

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Yabba, de María Jerez. Foto: Bernhard Müller

"Yabba", María Jerez. Fotografía: Bernhard Müller

Comisariado por:
Beatriz
Alonso
Carlos
Fernandez Pello

Nos debatimos, como siempre, entre el deseo y las apariencias, entre el querer y el parecer de una noche española que no nos deja ver del todo. Entre la nostalgia histórica de la que somos herederos y el momento histriónico que nos ha tocado vivir, es en lo barroco, en lo pardusco, en lo grasiento, donde hallamos algunas vías de negociación con una tradición que nos duele y nos esquiva. El relato de una ciudad sin imagen, en cuya oscuridad aparece también la claridad de una idea, la inspiración que le falta al texto o la serenidad y la concentración del silencio.

Querer parecer noche es una exposición que acoge diferentes formas de producción artística en Madrid para imaginar con ellas una oscuridad. En lugar de un análisis objetivo, levantamos un telón de anacronías y desfases; en lugar de un retrato de escena, nos abandonamos a las intuiciones e intrigas de palacio. Un delirio parcial, excéntrico, fruto quizá de la pasión o del secreto de alcoba, nos sirve para especular sobre aquello que hace singular a una ciudad que escapa continuamente a la continuidad. Sin una genealogía o escuela fuerte, todo lo que traza una línea temporal o narrativa es aquí, amor, ilusión o coincidencia.

La incisión que proponemos es una de las muchas posibles de un contexto, con sus distintas sensibilidades y maneras de hacer, donde la idea de lo local se construye a caballo entre quienes lo habitan y quienes están de paso. Un limbo o meseta, suspendida entre el norte y el sur, que se define por abrazar sin complejos el afuera a veces con más entusiasmo que lo que le crece dentro. Ante esta contradicción, también huimos de la ciudad para encontrarla: descendemos por las obras como por una torre de espejos, ecos y réplicas, y vamos tejiendo una trama ambigua, fragmentada, ojalá algo transformada, que incorpora la idea de escena a nuestros fantasmas cotidianos.

Pensamos entonces si se puede entender la producción artística en la ciudad desde el claroscuro: cuando tamizado, en la media tarde del verano más seco, el sol aprieta y los interiores se hunden en el querer parecer noche del visillo o la persiana. En medio de ese terror diurno o cegador, a la sombra de una cortina espesa, aparecen las ruinas de un último reino, el espejismo de un laberinto central o la visión de un monstruo de cerebro blando y corazón caliente, que parece más un sueño que una cosa real.

Hace casi un año que aceptamos el encargo de adentrarnos en las tripas de este Madrid subterráneo inventado por nosotros mismos. Recorriendo sus túneles húmedos, subiendo y bajando por sus pasadizos y recovecos, la hemos querido y dejado de querer unas mil veces. En la confusión de ese hacer marrón, torpe pero brillante, abrimos un corte en la corte para, como en la verbena, juntar lo propio y lo extraño. Intentaremos que, al menos durante un tiempo, se crucen las familias, se irriten las obras, se rocen las enemistades y sea necesario rascarse las formas de la ciudad. Un rumor de duermevela, un escalofrío en la nuca, un encogerse el estómago o el siseo de una serpiente. Donde cualquier parecido con la ficción es, además de muy real, la más valiosa de nuestras pertenencias.

La exposición forma parte de las diferentes celebraciones del 10º aniversario del Centro de Arte Dos de Mayo y pone en relación la obra de 58 artistas, de las cuales 20 son de nueva producción, con un peso mayoritario de la escena local.

Durante la muestra se sucederán un total de 6 activaciones públicas coincidentes con diferentes obras, 2 de las cuales son adaptaciones de piezas escénicas:

CRISTINA GARRIDO
Un copista, Román Blázquez, realizará en vivo pinturas al óleo representando distintas obras y vistas de instalación de la exposición, que serán expuestas en las salas del centro. La acción tendrá lugar de forma continuada durante el transcurso de la muestra.

NORA BARÓN
Los objetos dispuestos por Nora Barón a lo largo del espacio expositivo podrían haber sido otros. Cruciales e intrascendentes a un tiempo, estos elementos señalan un lugar sobre el cual podrían oscilar acciones, sonrojos, accidentes y acné. No lo sabemos muy bien.

En paralelo a la exposición se creará un grupo de trabajo mensual que amplíe diferentes cuestiones relativas a la escena madrileña contemporánea con el fin de establecer un diálogo entre artistas, otros agentes de la ciudad y el propio centro.

Exposición Querer Parecer Noche en el CA2M. Foto: Sue Ponce

Elena Alonso (Madrid, 1981) es Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid (2006). Durante la carrera es becada para completar su formación académica en la Kungliga Konsthögskolan (Estocolmo, 2004) y la Universidad de Vigo (Pontevedra, 2005-2006). Tras licenciarse viaja a Helsinki para estudiar en la Kuvataideakatemia (2007) y posteriormente realiza en Madrid el Máster en Arte, Creación e Investigación (UCM, 2010).

Desarrolla su trabajo principalmente mediante el dibujo, relacionándolo con otras disciplinas como la arquitectura, la artesanía o el diseño, y prestando especial atención a las problemáticas vinculadas a la afectividad con el entorno.

Ha expuesto de forma individual en Abierto x Obras-Matadero Madrid (Visita guiada, 2017), Depósito de Agua-Centro de Arte la Panera (Visita guiada, tercer movimiento, 2018), Museo ABC de dibujo (El espacio alrededor, 2015), Espacio Valverde (Canto blando, 2016; Composición de lugar, 2014; La tapadera, 2012); en la Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid, dentro del programa 9, un proyecto sobre dibujo contemporáneo (2011); en A.C. Mediodía Chica (Condiciones y efectos personales, 2010), y en la Cable Factory de Helsinki (Paredes de piel, 2007).

Entre los apoyos y reconocimientos que ha recibido recientemente figuran el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid en la modalidad de Artes Plásticas 2018, El Premio ARCO de la Comunidad de Madrid 2018, Generaciones 2013, el Premio XXIII Circuitos de Artes Plásticas (2012), las Ayudas a la Creación Contemporánea de Matadero Madrid para la producción del proyecto Objeto de duda (2011) y la mención de honor en el XIX Certamen de Dibujo Gregorio Prieto (2009).

Guía de las ruinas de Holanda, 2008
Instalación (26 Fotografías color sobre vinilo y 21 guías sobre mesa)

Este proyecto es el resultado de un recorrido exhaustivo por el territorio holandés de la artista Lara
Almarcegui para documentar cada una de las 154 ruinas urbanas encontradas. El trabajo de Almarcegui
parte de un proceso de investigación sobre edificios abandonados o en vías de transformación,
descampados, huertas y espacios desocupados que, si bien se insertan en el paisaje urbano, son
habitualmente considerados como ajenos al mismo. En un país cuyo territorio está concebido y
administrado con la máxima eficacia, encontrar estos espacios sin uso es una excepción, una
oportunidad de reflexionar sobre las alternativas, lo que no ha ocurrido, ha sido abandonado o podría ser.

Las intervenciones de Almarcegui están concebidas para establecer un diálogo sobre los distintos
aspectos que inciden en el tejido urbano y las relaciones entre los espacios, las arquitecturas, y las
políticas urbanísticas y sociales de la ciudad.

(Lisboa, 1934 – Sintra, Portugal, 2018) O vestido espanhol, 1983 Fotografía en blanco y negro Colección Fundación ARCO, depósito CA2M Helena Almeida falleció la madrugada del 26 de septiembre de 2018, dos semanas antes de la inauguración de la exposición.

Sin Título, 2018

Cerámica y hierro Cortesía de la artista Tamara Arroyo ha venido trabajando sobre la forma del ornamento en la cerrajería y carpintería metálica de fachadas y viviendas populares. En el caso de esta pieza la artista rescata las referencias a los polos de su infancia, en los años ochenta, y convierte al twister, al colajet y al frigopie en un código ornamental de lo comestible, propio de una generación, que no tiene traducción posible a otros países o lugares.

Amarillo, 2018

Acrílico/Yute

Cortesía del artista

Azul, 2018

Acrílico/Yute

Cortesía del artista

Trip Trip Triple, 2018

Performance. Bollo industrial, pegamento, pasta de dientes.

Cortesía de la artista.

Bony pack 3, Colgate triple acción, Loctite Super Glue 3.Tres plantas.

Rodolfo, David, Fernando carga con una bolsa del Lidl. La bolsa contiene un catálogo. El catálogo contiene objetos. No es para hacer leche.

Fue el único artista no español en el Pabellón de la República Española en la Exposición Internacional de París de 1937.

La obra con la que participó, Mercury Fountain [Fuente de mercurio], era una clara alusión a la situación estratégica de las minas de Almadén durante la Guerra Civil.

Alexander Calder ya era famoso por sus esculturas móviles pero en esta fuente, como en toda fuente, no era la escultura la que se movía sino su contenido: un líquido tóxico pero valioso que cae por una superficie rígida y estática.

S/T, 2015

Barro cocido y madera Cortesía del artista y DKV, Zaragoza.

Vive y trabaja en Bilbao tras licenciarse en Bellas Artes por la Universdad del País Vasco EHU-UPV y realizar un intercambio con la Kunsthaus de Bregenz en Austria. Su trabajo se desarrolla en el campo de las artes y gráficas y de la instalación escultórica para proponer nuevos significados sobre los objetos, imágenes y técnicas que toma de los sistemas de producción y consumo.

El Centro Cultural Montehermoso de Vitoria-Gasteiz le ha dedicado una exposición individual (El rayo verde, 2011) y bajo el nombre de Sin título expuso su trabajo en la Casa Torre de Ariz (Basauri, 2010). Ha publicado Escanografías. Vol.1/.2 (Donostia – San Sebastían: Co-oP ediciones, 2009) y ha recibido la beca Arte e Investigación del Centro Cultural Montehermoso (Vitoria-Gasteiz, 2010), la beca de Creación en Artes Plásticas de la Diputación de Bizkaia y la Beca Residente de la Fundación Bilbao Arte (2006).

Licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid en 2006. En 2007-2008 residió en Berlín, donde fue becado para trabajar en la galería Invaliden 1 como asistente. En 2009 continúa su formación académica cursando el Máster en Arte y Creación en la Universidad Complutense y en 2011 forma, junto con otros artistas, el grupo de trabajo "Orbitando lo ignoto" dentro del programa de investigación en ciencas de la ficción Prisma. Complementa su actividad artística con otros proyectos colectivos como Autoplacer/Sindicalistas, centrado en la difusión y autoedición musical o como colaborador de Machines Desirantes en sus producciones. 

El trabajo de Patricia Esquivias (Caracas, 1979) se basa en la construcción de relatos, fundamentalmente a través de vídeos, en los que intercala su voz con fotografías, dibujos o imágenes de archivo. De esta manera crea un lenguaje propio con el que explora la brecha generada en el tránsito de la modernidad al presente y que nos lleva a cuestionarnos las lecturas oficiales de la historia, planteándonos alternativas y abriendo vías para una relectura de la modernidad y sus construcciones.

En su obra tiene mucha importancia el dibujo, parte integral de su trabajo, y la mitomanía, así como el absurdo y el humor, que se mezclan en una narración visual que hace referencia a experiencias de lo social. En su trabajo hay mucho de objeto encontrado, de elementos domésticos, de lugares frecuentados que han dejado huella y de viajes sin parar por ese o aquel otro lugar.

El trabajo de Karlos Gil gira habitualmente en torno a los límites entre lo orgánico y lo artificial, lo natural y lo industrial, la diferencia y la repetición, con el objeto de cuestionar los principios fundamentales de eso que llamamos modernidad.

Para Francisco de Nieva el postismo fue «el refugio» estético de los años cuarenta, «[...] una especie de reunión de apestosos que hicimos reír a todo Madrid» y también fue el anuncio prematuro de eso que se llamaría luego postmodernidad — solo que en plena posguerra española y tres décadas antes de que el mundo se rindiera ante el término—. Para otros postistas, como José Fernández-Arroyo, el movimiento fue más bien el resultado de unos experimentos fotográficos entre Gregorio Prieto y Eduardo Chicharro Briones en los años treinta, quienes, «medio en serio medio en broma» tontearon con la idea de crear un estilo que liquidase las vanguardias.

Teresa Solar ha venido desarrollando en los últimos años un sistema cerámico que permite registrar la lengua de signos hecha con las manos contra una pella de barro en revolución. De esta manera la artista extruye volumen y da visibilidad a aquellos gestos lingüísticos que no tienen sonido ni presencia fija, reforzando la relación física entre cuerpo y lenguaje.

Información

Inauguración
10 Octubre 2018 20:00
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