Una sirena de barco suena en el parque cercano a la biblioteca; una orquesta situada en la puerta del conservatorio utiliza el movimiento de los peatones como partitura de su concierto; un coro escucha en silencio el agua de una fuente; 75 niñas y niños se reúnen con sus baquetas para hacer un estruendo en el patio de su colegio durante cinco minutos.
Estas son algunas de las cosas que sucedieron el curso pasado dentro de El Triángulo, un proyecto educativo que busca conectar un colegio de primaria, un coro y una orquesta a partir de la escucha, el ruido y el silencio como motores de creación.
Este año continuamos pensando en las posibilidades de lo sonoro y su capacidad creativa a través de la experimentación. El coro retomará su deriva por la voz, invitando a artistas y creadores a compartir procesos y estrategias. En el conservatorio, la violinista Luz Prado generará un espacio de investigación sonora donde trabajar desde la emoción. Y en el Beato Simón de Rojas, Narcoléptica (Bea Vaca) desarrollará, junto con el equipo de profesores, un proyecto musical que inunde todos los rincones del colegio.
Paralelamente al proyecto, la poeta María Salgado realizará un seguimiento que se formalizará en una publicación.
El Triángulo es un proyecto educativo que busca conectar un colegio de primaria, un coro y una orquesta a partir de la escucha, el ruido y el silencio como motores de creación.