El espíritu de la colmena, Victor Erice. 97’ (1973)
Frankenstein, James Whale. 71’ (1931)
Desde Móstoles a Hoyuelos (Segovia) se tarda alrededor de 97 minutos en autobús y es precisamente el tiempo que dura la película El espíritu de la colmena, rodada en este mismo pueblo. Los personajes que aparecen en ella se llaman igual que en la realidad, en la película aparece una escuela que realmente era la escuela del pueblo y compartimos con la protagonista, Ana, lo hermoso que resulta cuando la vida aún es igual que el cine porque la barrera entre lo real y lo imaginario no existe. Por eso os proponemos volver a ese estado vital a través de un viaje en autobús con el que revisitar el maravilloso trabajo de Víctor Erice. También compartiremos con los habitantes de Hoyuelos cómo es ver de nuevo Frankenstein, igual que lo hicieron hace más de 40 años.
Se trata de una sesión doble que nos abandone a reencontrarnos con nosotras mismas y celebrar la diferencia. Basarnos en lo imprevisto, convertir el cine en una variante de la deriva, un relato discontinuo, un cuestionamiento, una búsqueda, una sensación de libertad. Vivir el cine como viaje en sí mismo y predisponernos a un estado de desconexión de la realidad, abrirnos a los imaginarios. Ser los monstruos, extrañarnos de nosotros mismos.
Dejaremos de ver pasar el paisaje para parar a mirarlo.
“Quienes ven a los monstruos como malos es porque no tienen la paciencia imprescindible o la humildad necesaria para inquirir realmente por el origen de su deformidad. Este desinterés bien puede ser interesado, porque pudiera ocurrir que el observador « normal », atrincherado en las garantías de la moral y del bien, fuese precisamente el causante de la desdicha del monstruo malo. Así ocurre en la novela de Mary Shelley. «Dame mis derechos -dice el monstruo- y verás como soy bueno.» Y que conste que el monstruo no pide como uno de sus derechos el dejar de ser monstruo, sino el respeto a su diferencia y la creación de otro monstruo como él con quien pueda sentirse unido y a quien pueda amar.”
Prólogo de El Espíritu de la colmena, Elías Querejeta Ediciones.
*Plazas limitadas hasta completar aforo del autobús (Móstoles - Hoyuelos)
El autobús saldrá a las 11h de la glorieta de Avenida de la Constitución con el Paseo de Goya y la vuelta será a las 18h con salida de Hoyuelos. Durante el trayecto de ida proyectaremos la película El espíritu de la colmena. El visionado de la segunda sesión será alrededor de las 16h de la película de Frankenstein (1931). El pueblo dispone de un único bar que nos atenderá para comer en caso de que no lleves bocadillo o tupper. En este mismo establecimiento será donde veremos la segunda película.
Desde Móstoles a Hoyuelos (Segovia) se tarda alrededor de 97 minutos en autobús y es precisamente el tiempo que dura la película El espíritu de la colmena, rodada en este mismo pueblo. Los personajes que aparecen en ella se llaman igual que en la realidad, en la película aparece una escuela que realmente era la escuela del pueblo y compartimos con la protagonista, Ana, lo hermoso que resulta cuando la vida aún es igual que el cine porque la barrera entre lo real y lo imaginario no existe. Por eso os proponemos volver a ese estado vital a través de un viaje en autobús con el que revisitar el maravilloso trabajo de Víctor Erice.